Capítulo 16: Tú a Londres y yo no
Raúl es mi mejor amigo. Siempre me lo ha contado todo: sus dudas, sus miedos, sus ilusiones… Hasta cosas que no necesitaba saber. Y sin embargo, yo no soy capaz de decirle que Mamen se fue de fiesta una vez me dejó en casa y no me atreví a preguntarle dónde había ido. No se lo cuento porque sé qué me va a decir: que si Mamen no es de fiar, que si a saber qué haría y con quién, que si yo me merezco alguien que me respete… Pero, ¿es faltar al respeto que ella siga de fiesta si yo ya le dije que no me apetecía? Si opino que sí, ¿me convierte eso en una novia posesiva? No quiero ser eso y tampoco me paro mucho a pensarlo. Y como no quiero pensarlo, dejo que Raúl hable y hable de sus noches de fin de semana, sus tardes de gimnasio y su extraña manera de “purificarse” en las saunas de Chueca. -Algún día, nos darás un disgusto, Raúl. Ten cabeza. Raúl entorna los ojos. Ha escuchado esa frase miles de veces y no sólo saliendo de mi boca. -Que controlo, tía. Le miro con tristeza. Aunque h